Teresa Martínez Bermúdez

Hoy, los pétalos de la felicidad cobijan mi corazón. Aunque la dicha dibuja en mi rostro las muecas de la alegría, me da por reflexionar ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde voy?

 Quiero llorar, quiero gritar; quiero hacer tantas cosas. 

Y por qué no lograrlo, me pregunto. ¿Por qué no lo has logrado? Tienes todo el potencial para hacerlo. ¿Qué ha pasado en tu vida?, cuando me hago esta pregunta, inevitablemente vienen a mí, recuerdos cuando tiempo atrás las garras del machismo arañaron mis sueños tratando de cortar mis alas: “calladita te ves más bonita”, “las niñas decentes no platican con chicos en la calle”, “no pierdas el tiempo estudiando, algún día un hombre ha de mantenerte; mejor aprende a guisar”, y tantas patrañas más que enrudecieron mi camino. Luego el abusivo uso de la fuerza de “hombres” débiles, bajos, para conseguir de mí lo que su miseria humana les dictaba como un derecho, como si la enanez mental y un alma corrompida fueran pecados redimidos por la humillación a mi infringida; por mi llanto.

Hoy soy una mujer plena, independiente, muy feliz. Y si bien no he alcanzado todas mis metas, estoy en camino a lograrlas. He tenido el valor de enfrentar a cada hombre bajo, sacándolos de mi vida, al precio que tuve que pagar; el beneficio: recuperar mi dignidad, ejemplo a mis hijos y a mi misma. 

 Tú, mujer que dedicas el tiempo a estas líneas, niña, adolescente, madre, profesionista, ama de casa, obrera, abuela: nunca es tarde para emprender camino hacia tu propio horizonte. 

Mujer, logra; alcanza tus metas. No permitas que nada ni nadie te lo impida, la limitante está en tu cabeza. Sé inteligente: habrá quién te diga: “eres mujer, yo soy hombre, yo soy más inteligente que tú, yo tengo la fuerza, yo puedo, tú no”. Empero: no es así: mujer inteligente, audaz, capaz de todo, ¡logra tus sueños! 

Mujer, no permitas que te humillen, que te utilicen, ¡no! Vuela tan alto como puedas, estás diseñada para las alturas.

P.D. Si el machismo existe es porque nuestros miedos lo dejan vivir.