- 77747708(01) 55 3050 6292
- Revista Entre Letras, De Las Flores, Nicolás Romero, México, mexico, 54414, México
- hoyentreletras@gmail.com
Sé que te fallé como madre, siempre creí que el darte todo era lo mejor para ti, fue mi manera de decirte que te amaba; nunca lo entendiste así.
Creí que llenándote de cosas nuevas te compensaba mi ausencia debido al trabajo, ese fue mi peor error.
Hoy no estás en mi vida, yo soy la causante de esta ausencia tuya que me corta el alma desgarrándome en tan terrible dolor, tan agudo que pareciera eterno. Te arrebaté tu vida, tú esperabas de mí un “te amo”, un abrazo, un preocuparme por “tus cosas”, un almuerzo juntos, un “eres un magnífico hijo”. No lo hice, ahora te lo digo cada momento durante el día; pero ya es demasiado tarde.
Me haces falta ,tu ausencia me sangra el corazón.
Quisiera regresar el tiempo y poder llegar en el momento justo donde pasó por tu mente el arrebatarte la vida, decirte que todos los problemas tienen solución , y que eras un magnífico ser , que amaba tus triunfos y fracasos. No me resigno a creer que tomaste la cobarde decisión de dejar este mundo, por tu propia mano.
Hoy me doy cuenta que sabía muy poco de ti: tus problemas en la escuela, las burlas de tus compañeros... Cuando querías contarme algo, solo mi indiferencia obtuviste como respuesta.
Hoy sé de los peores errores de un padre hacia sus hijos: ignorar, insultar, golpear; fueron detonantes para que tú te fueras de mi vida ...
¿Sabes hijo? ¡Te amo! Fuiste un gran hijo, me sentí muy orgullosa de ti. Ahora ya no estás para escucharlo y eso es lo que más me duele...DOM 13:10
Odié sus formas de ser. Odié la sociedad dándome la espalda; odié las burlas de la gente por mi forma de vestir, de hablar; de mi apariencia física.
Todos creen que nada tiene de malo causar un poco de daño a otras personas, que nada va a pasar. Hoy puedo decir que sí, que sí me hizo mucho daño. Hoy estoy en una fría caja. Ya no aguanté más, la desesperación me llevó a no encontrarle sentido a la existencia. Día a día escuchar lo mismo: “no hay dinero”, “no hay trabajo.” Burlas de compañeros, insultos en mi casa, una sociedad corrompida donde sólo valen los que más dinero tienen, sinónimo de comodidad. O aquellos que en el mercado de la personalidad se califican como hermosos, bellos, estéticos.
Me cansé de tanto esperar, esperar ser tomado en cuenta, “aquí estoy, mírame, igual que a ti, me consume la indiferencia.”
Tomé la “salida fácil”, cobarde decisión.
Hubiera luchado por alcanzar mis metas, mis sueños. Me hubiera aceptado tal como soy. Hubiera negado a mis oídos las palabras ofensivas que como buitres hacían festín de mi inocencia, de mi alma limpia, pura, cristalina. Me hubiera esforzado por despertar cada día agradeciendo la bendición de estar vivo, correspondiendo con una sonrisa, pasando por alto lo malo que hubiera sido mi día anterior.
Hoy ya no puedo hacer nada, hoy me doy cuenta que todo tenía solución que todo podía cambiar.
Hoy recibo flores. La tierra cubre mi cadáver, quizá también la vergüenza de quienes me señalan cobarde; ojalá esta misma tierra pueda tragar en sus entrañas el sentimiento de culpa que hoy les desbarata. Sus lágrimas, ¿para qué? ¿lavarán su arrepentimiento por haberme ignorado, por su abandono, por su humillación, por la soledad a que me condenaron?
Sí, tomé una mala decisión; pero, si alguno de los que hoy lamentan mi partida me hubiera dado un poquito de su tiempo... si alguno hubiera descansado su mano en mi hombro... tal vez hoy estaría luchando por salir adelante de la depresión que segó mi vida, de la negra obscuridad que quitó la luz a mis ojos...